De tu heroica voz, poeta, salen las palabras como mito, como humo, algo así como un rayo que atraviesa la tierra, el alma de cualquiera, incluso la mía. Tus palabras, de tu boca araña, se tejen cual telaraña de sinsabores. Yo las aliento, tú las tejes y se entretejen en mi boca.
Háblame poeta, dime, ensaya en mis oídos, dramatiza tus palabras con sangre desde mis ojos, ahuécalas en mi olfato, caliéntalas en mi piel, cántalas, exprésalas, discútelas, discúrsalas, guíalas, atropéllalas con saliva, conságralas en mi pecho, aúpalas en el corazón de cualquier mendigo literario así como yo. Indícales mi cuerpo y enmárcalas en mis poros. Mójalas en mi vientre y más abajo, sacúdelas.
Poeta háblame poeta, dilucida tus milagros lingüísticos en el altar de mi inocencia, adóralos en el templo de la vendimia de mi ropa, en la espuma fotocromática de las ideas, nuestras ideas.
Palabras poeta, háblame tus palabras, siéntelas en la entrepierna erecta, tibia, deseada, necesitada erección.
Coce con c, cose con s, coze con z y descose asibilando en la epidermis mil vocales, quinientas consonantes africadas, fricativas, nasales, labiodentales. Háblame tus palabras sobre el cuerpo, bien adentro, penetrando húmedas, profundas en el ser y escríbeme un libro en el vientre sin preocupaciones ni cautiverios porque siempre, siempre que quieras yo te publicaré.
3 comentarios:
Wao!!! Es de los mejores.. No perdi el sentido de nada, se llega a entender todo desde que empiezas a hasta que termina...
Uno de tus mejores poemas, sino el mejor. Me gustan las imágenes y el ritmo, que creo que es de lo mejor que tiene tu poesía, en especial en prosa.
Gracias baby por el comment!!
Publicar un comentario